Río subterráneo

Estos ríos pueden desaparecer de su recorrido superficial en grandes tramos y continuar fluyendo bajo tierra; pudiendo o no volver a emerger más adelante.

A veces la ocultación del río se produce de forma espectacular, al introducirse horizontalmente en una gruta o despeñarse verticalmente en una sima.

[2]​ El moderno diseño urbano busca la recuperación de cauces a cielo abierto,[3]​ como se ha producido en Seúl con el Cheonggyecheon.

No deben confundirse los ríos subterráneos con otro tipo de fenómenos hidrológicos: los cauces intermitentes (arroyo, barranco, torrente, rambla, uadi), los ríos que desaparecen por infiltración o evaporación sin dar origen a ningún cauce subterráneo (como el Okavango), los ríos influentes (también llamados "río perdedor" -perte, losing stream-,[4]​ el que cede agua por infiltración a las capas freáticas o acuíferos -véase también efluente y afluente-, como el Big Lost River[5]​ -que desaparece en Big Lost River Sinks, incorporando su caudal al acuífero del río Snake-), o los subálveos[6]​ (que fluyen bajo el cauce de un río, como sería el caso del Hamza bajo del Amazonas).

En la mitología griega hay numerosos ríos subterráneos: Styx (Estigia), Flegetón, Aquerón, Cocytus y Lethe.

Krizna jama.
Ojos del Guadiana.
Puerto Princesa.
Río Secreto.
El Effra , [ 20 ] ​ en Londres.
El Aqueronte de Dante en un grabado de Doré .