El río Viena está sujeto a enormes variaciones de caudal.
Al mismo tiempo se construyó el Stadtbahn ("ferrocarril urbano"), que aprovecha el lecho de hormigón del río y está separado del río únicamente por un muro.
Cada terraza (o "zona") tendrá una superficie total de 2500 metros cuadrados.
Un tema que suscita constante debate es la necesidad de construir carriles para bicicletas y senderos peatonales a lo largo del agua.
Se han planteado propuestas para extender esta vía, pero continúan enfrentando una considerable oposición.