La implantación de industria siderúrgica en la ribera del río Verde se remonta a la primera mitad del siglo XIX con la fundación de dos ferrerías para fundición del hierro llamadas La Concepción y El Ángel, inauguradas en año 1831 y 1841 respectivamente, ambas distantes entre sí menos de un kilómetro.
El adelfar y la sauceda es la vegetación riparia más abundante en el curso alto del río.
En las partes bajas dominan los cañaverales junto a los que se desarrollan la corregüela mayor, juncos y berros.
Más alejados del agua se encuentran alcornoque, quejigos, encinas, pinos y algunos pinsapos.
[1] La zona baja de la cuenca del río Verde está constituida por arcillas, margas, margocalizas y materiales metamórficos: pizarras, esquistos, filitas y algunas paredes de mármoles.
En estos tramos el paisaje ha sido muy alterado por su uso para agricultura y por el viaductos de la autovía A-7 que lo atraviesa.