Las dos primeras son ecosistemas estratégicos que pueden considerarse como coberturas naturales donde prima la diversidad biológica entre otros atributos ambientales.
Además, otro recurso que define el territorio de análisis es el agua, representado por el río Tuluá y sus afluentes.
El bosque seco tropical[2] se ubica en el valle geográfico, entre 900 y 1200 m s. n. m., la temperatura es relativamente estable con un promedio 24 °C.
En todo el valle la CVC (Corporación Autónoma Regional) estima que entre 1957 y 1986 se pasó de contar con 10.049 a 2.795 hectáreas, representando una pérdida del 72%.
Colombia se encuentra comprometida internacionalmente a proteger los humedales puesto que adoptó como ley nacional la Convención de Ramsar.
Las formaciones sub-xerofíticas[2] son ecosistemas no se encuentran en una altura específica, dependen de condiciones climáticas particulares y localizadas.
Los principales ríos, quebradas y lagunas que nacen en la cuenca Tuluá Morales, son los siguientes: