Río San Lázaro

Su cabecera presenta un manantial constante de agua, alimentado por las filtraciones de las nieves que coronan las citadas cumbres durante buena parte del invierno y la primavera.

A pesar de su humilde caudal, este aprovechamiento humano del río es una constante en su recorrido.

Este tramo encajado acaba con una larga serie de pequeños pozoas en la zona conocida como A Paleira.

El notable caudal que lleva el río después de las tormentas en la sierra y en la época del deshielo, junto con la abrupta orografía de este tramo, despertó el ingenio popular en un refrán local: Cando ruxe a Paleira ven a invernía.

Esta cascada puede ser observada desde la distancia desde la carretera de Ponte Cabalar a Reigada, en la zona conocida como O Mouro.