A partir de ahí ya se le puede llamar, sin ninguna duda, Nilo Azul.En Sudán, el río recibe por la margen derecha a su principal afluente, el río Dinder (en árabe, Nahr Ad-dindar), con 480 km de longitud, que también nace cerca del lago Tana, pero que tiene un curso muy diferente, siempre hacia el oeste-suroeste.Durante muchos años y hasta el siglo XX sólo disponían de dos puentes construidos en piedra con mortero.Estas plantas no solo estabilizan las riberas del río, sino que también proporcionan alimentos y refugio para las especies acuáticas.Aquí se pueden encontrar pastos, arbustos y árboles pequeños adaptados a condiciones más secas.[10] Los diversos hábitats a lo largo del Nilo Azul soportan una amplia variedad de insectos e invertebrados, cruciales para la polinización, descomposición y como alimento para animales más grandes.Así llaman al Nilo Azul las gentes que pueblan las riberas de la estrecha garganta del río.Kush es el nombre que se le daba en la antigüedad a la actual región de Nubia, y fue dominado por el antiguo Egipto hacia 2600 a. C. Guijón (o Gihón) era también el nombre del único manantial de Gihón en Jerusalén.El primer europeo que se cree vio el Nilo Azul en Etiopía y la fuente del río fue Pedro Páez, un jesuita español que habría llegado a la fuente del río el 21 de abril de 1618.[11] Sin embargo, el portugués João Bermudes, que se autodescribía como Patriarca de Etiopía, había dado antes la primera descripción de las cataratas Tis Issat en sus memorias (publicadas en 1565), y algunos europeos que vivieron en Etiopía en el siglo XV, como Pêro da Covilhã, podrían haber visto el río mucho antes que Páez, aunque ninguno llegó a su lugar de origen.También el misionero jesuita portugués Jerónimo Lobo alcanzó la fuente del Nilo Azul en 1629 y en 1770 el escocés James Bruce las reencontraría.El primer intento serio de un no-local para explorar esta parte del río se llevó a cabo por el estadounidense W.W.[16] En 2000, el estadounidense y lector de National Geographic, Kenneth Frantz, vio una foto tomada por Nevada Wier para la National Geographic que lo llevaría a fundar la organización sin ánimo de lucro Bridges to Prosperity (Puentes para la Prosperidad).Aunque su expedición incluía otros miembros, Brown y Scaturro fueron los únicos que permanecieron en la misma todo el recorrido.[19] A pesar de este intento, el equipo se vio obligado a utilizar motores fuera borda la mayor parte del recorrido, y hasta el 29 de enero de 2005 nadie logró descender el río con fuerza humana: fueron el canadiense Les Jickling y el neozelandés Mark Tanner quienes llegaron al mar Mediterráneo tras haber remado por primera vez río abajo desde la fuente hasta el mar.
Hombres cruzando a través del Nilo Azul por una cuerda antes de que fuera construido un nuevo puente
El puente colgante New Blue Nile River fue completado en 2009 por
Bridges to Prosperity
sirviendo a más de 250.000 etíopes. Es el único puente peatonal de cable sobre el Nilo Azul en Etiopía.