Da cobijo a distintas zonas de gran riqueza paisajística y ecológica.
En 1916 el médico Santiago de la Iglesia, tras realizar unos análisis bacteriológicos, recomendó sus aguas para la salud, por ser extremadamente puras y con presencia de hongos beneficiosos del género penicillium.
En el año 1885 se inició el proyecto del suministro de agua a Ferrol que se inaugura en 1920, aprovechando los puentes del ferrocarril Betanzos-Ferrol (inaugurado en 1813), el de la Faísca (que cruza la ría ferrolana) y el de las Cabras.
Tal uilla agraria estaría próxima al río y le habría dado el nombre.
Sin embargo también podría estar relacionado con el dios celta Belenos, que está presente en otros topónimos de la Europa céltica, y en este caso al ser Belenos el dios del sol y la luz, haría referencia a la caridad de las aguas del río, tópico frecuente en el lugar, por utilizarse las aguas del río para limpiar las velas de los barcos y las ropas, o bien por la luminosidad de la cascada del río en las épocas estivales.