La luz entra constantemente por el objetivo, pero mientras no tomamos la fotografía, este espejo se mantiene bajado con una inclinación de unos 45°.
Hasta ahora hablábamos del mecanismo de la cámara cuando no se estaba tomando una fotografía.
Esta vez, como hemos apretado el botón de disparar de la cámara, el espejo abatible se ha elevado, por lo que la luz continúa su trayectoria recta, hasta que se topa con el sensor o película, donde quedará plasmada la imagen.
La película o el sensor, al ser mayor, da una mejor calidad que el de 35 mm.
Algunas tienen el obturador incorporado en el objetivo y se sincronizan con el flash a cualquier velocidad (Hasselblad).