Quinta de Miranda

La orden abrió un convento y un refugio para "mujeres inadaptadas" en el palacio.

Después de la Guerra Civil, el edificio del palacio fue habitado por las Oblatas hasta 1968, cuando fue abandonado y vendido para urbanizarse.

Las monjas Oblatas retienen una parte de la antigua finca.

[4]​De la antigua quinta hoy solo se conserva el llamado Estanque de las Brujas.

[5]​Actualmente este mosaico se encuentra en el Museo de San Isidro[6]​