Quimiosíntesis
Al oxidarlas, las transforman en sustancias minerales, NO3- y SO42-, respectivamente, que pueden ser absorbidas por las plantas.Estas bacterias cierran, por tanto, los ciclos biogeoquímicos, posibilitando la vida en el planeta.[1] La quimiosíntesis tiene ciertos paralelismos con la fotosíntesis; en ambas hay dos fases bien definidas, una en la que se genera ATP y poder reductor y otra en la que se fija el dióxido de carbono.[2] En esta fase se oxidan moléculas inorgánicas reducidas presentes en el medio; las principales son el hidrógeno (H2), el sulfuro de hidrógeno (H2S), el azufre elemental (S), el tiosulfato (S2O3–), el amoníaco (NH3), los nitritos (NO2–) y el hierro ferroso (Fe2+).Para generar poder reductor, en forma de coenzimas reducidos (sobre todo NADH), una parte del ATP producido se utiliza para provocar un transporte inverso de electrones en la misma cadena transportadora.