Tenían un patrón de asentamientos disperso y ocupaban varios pisos térmicos.
Según Sañudo, hay pruebas de que poseían una lengua autóctona.
[3] Se sabe que existieron unos pueblos entre el norte de Funes y el río Mayo, entre el río Guáitara y Sibundoy, a quienes se los denominó Quillacingas.
Eran cultivadores del maíz y enterraban a sus muertos con pompa.
La reducción de la población nativa llevó a la corona a la creación mediante cédula real de los resguardos indígenas desde finales del siglo XVI.