[1][2][3] Dado que las nanopartículas magnéticas presentan el problema de ser muy costosas en lo referente a su producción, así como el tiempo que debe emplearse para generarlas, su uso sólo tiene sentido en las reacciones donde pueden ser reutilizadas o bien instrumentarse en cantidades catalíticas cuando el producto resultante es altamente necesario.
[6] Las nanopartículas magnéticas metálicas sin recubrir son muy propensas a la oxidación , lo cual las vuelve inadecuadas para su aplicación directa en reacciones de catálisis .
Un ejemplo de una catálisis con rodio unido a las nanopartículas magnéticas fue demostrada por T.-J Yoon et al.
El catalizador resultante se utilizó con éxito para la oxidación quimioselectiva de alcoholes primarios y secundarios.
[9] Varias estructuras moleculares han sido sintetizadas en la superficie de las nanopartículas magnéticas modificadas.