Está situado cruzando el Puente de Segovia, junto a Madrid Río.
El resto, fuera del Parador de la Sierra ubicado en la glorieta del Puente de Segovia, lo constituyen principalmente tejares, industrias menores, huertas y caminos.
En la zona se encontraba el Cerro del cuervo<, mencionado en La horda (1905), de Vicente Blasco Ibáñez.
En especial la correspondiente al lado Sur del mismo, debido a que la Casa de Campo supone un freno al desarrollo urbanístico hacia el Norte del barrio.
El barrio, como el resto de Madrid, se dedica inicialmente a la reconstrucción de lo destruido durante la Guerra Civil y con posterioridad al desarrollo hacia nuevos núcleos urbanos.
Ya no son solo los márgenes del paseo de Extremadura los construidos, los terrenos adyacentes comienzan a poblarse dado, entre otros factores, su menor precio.
Esto posibilita la construcción de viviendas, con un carácter más residencial y destinadas a población con mayor poder adquisitivo, ya que su precio es sensiblemente mayor, entre esta última calle y la nueva vía.
Se crean, igualmente bajo iniciativa pública, las Colonias Patriarca Eijo Garay, Mariano Lanuza, Juan Tornero y José Antonio Girón siguiendo, prácticamente, los mismos patrones constructivos para todas ellas.
Los planes parciales de desarrollo para la zona, permiten, al contrario que la normativa anterior, la edificación en una mayor altura y como resultado se construyen los edificios Estoril y Lisboa.
Un bulevar con dos calzadas auxiliares, cerezos de diferentes especies y época de floración y un pavimento instalado por obreros portugueses sustituyen a las calzadas existentes desde la entrada principal de la Feria del Campo hasta su unión con el río Manzanares aportando al barrio un nuevo espacio verde.
En el año 2018 se restauró el antiguo quiosco de música situado junto al Mercado Tirso de Molina y se le nombró en honor del cantaor José Menese, quien vivió décadas en el barrio.