Puente viejo de Confluencia

A mediados del siglo XVII, el terreno fue subdividido en haciendas y fundos, siendo la de mayor relevancia, la Hacienda Cucha Cucha, cual destinó en manos del capitán Juan de Ocampo, y que contaba con la medida actual de 4.630 hectáreas.

Durante esta época, se obtiene el primer antecedente de conexión entre el sector de Cucha Cucha y lo que hoy se conoce como Confluencia, puesto que un lugareño instaló una balsa para cruzar el río, en el lugar en que se encuentra el puente.

[3]​ Los jesuitas al ver esto, reclamaron en una carta escrita en 1730 al rey de España, solicitando su pronto retiro, dado que, según argumentaban los jesuitas, perjudicaban la seguridad y la tranquilidad de la estancia.

Sus bienes, al igual que todos los de aquellos que hayan sido desertores, son confiscados por orden de Bernardo O'Higgins en 1821, pasando a pertenecer al general Ramón Freire, cuales en 1861, retornan a la familia Urrejola, quienes la dividen en tres sectores.

[7]​ Está conformado por dos estribos de hormigón, con muros a frontales y a los costados, con veintiséis soportes, de las cuales, las más antiguas tienen dos pilares inclinados y viga cabezal.

Vigas de soporte del puente