Es útil en terrenos empinados, o en aquellos casos en los que el acceso al puente terminaría demasiado lejos del propio puente.
En las colinas Negras de Dakota del Sur, Cecil Clyde Gideon, el superintendente autodidacta del Parque Estatal Custer convertido en diseñador de carreteras, introdujo en 1932 una forma particular de puente en espiral, localmente conocido como "puente en cola de cerdo", aunque originalmente se denominó “salto en espiral”.
El diseño en forma de sacacorchos permitió dar una solución espectacular, aunque costosa a este problema.
Para armonizar los puentes con su entorno, se utilizaron materiales naturales como la madera local.
Este diseño no se empleó de forma generalizada, puesto que era más costosos de construir que un puente convencional y requerían abarcar tanto el canal como el camino de sirga.