El puente de las Cadenas es el símbolo de Budapest y también el primer puente permanente en el tramo húngaro del río Danubio y el segundo en el curso total del río.
Desde su construcción, este puente ha sido el símbolo más representativo de Budapest.
Antes de su existencia, los viajeros atravesaban el río, importante corredor comercial, en transbordador, aunque ya a principios del siglo XV existió un puente de pontones provisional sobre el río.
En 1820, el conde Esteban Széchenyi tuvo que esperar una semana entera hasta que encontró un navegante lo suficientemente valiente como para trasladarle de Pest a Buda entre las flotantes placas de hielo.
Los que llegaban a la orilla desde el puente, durante varios años debían dar la vuelta completa al Monte del Palacio.