[1][4] Así, en 1912, se iniciaron las obras de sustitución del puente, que fueron interrumpidas por la Primera Guerra Mundial.
[1] Al año siguiente, las locomotoras más pesadas, de las Series 300 y 400, fueron prohibidas a atravesar el puente; esta limitación complicó la explotación en aquella zona, dado que las características del trazado exigían locomotoras potentes para remolcar los convoyes.
[1] Así, ambas obras deberían ser hechas por contrato, atribuido a través de concursos públicos.
[1] Inicialmente, la Compañía mostró su disconformidad con esta decisión, pero acabó aceptando después de largas negociaciones.
[1] Mientras tenía lugar este proceso, los puentes antiguos continuaban en precarias condiciones, siendo mantenidas por la Dirección General de Ferrocarriles.