No se trata, por tanto, de un problema médico sino, en su caso, estético.
[1] Aunque la mama no posee un músculo propio, reposa en el músculo pectoral que le sirve de apoyo, por lo que si éste es firme y tónico, el pecho se hallará mejor posicionado.
Los deportes que implican trepidaciones, como el fútbol, el tenis o la equitación afectan muy negativamente a los senos, especialmente si son voluminosos.
Para practicarlos es indispensable un sujetador deportivo, bien adaptado, con una banda elástica de sujeción bajo las cazuelas.
[1] Las cicatrices, a menudo grandes y visibles, adquieren una evolución difícil de prever.