[1] El cuerpo de los psicódidos está cubierto por numerosas sedas, lo que le da ese aspecto “peludo” tan característico.
La terminología más empleada sigue los criterios de Duckhouse (1987), los cuales se ajustan a la estandarización para el orden Diptera, realizada por McAlpine (1981).
Estas dos piezas, labro y epifaringe, son distintas ya que cada una posee su propia inserción, pero aparecen soldadas en toda su longitud.
Los tres segmentos del tórax (protórax, mesotórax y metatórax) tienen desigual desarrollo.
Como en todos los dípteros, el mesotórax es el más desarrollado, puesto que porta el par de alas.
El estigma respiratorio está cercano al mesoanepisterno y es muy anterior, de modo que algunas veces incorrectamente se ha señalado como protorácico.
Los huevos son pequeños, cilíndricos y con un diseño marcado en su superficie que permite la identificación de algunas especies por este medio.
Los machos adultos surgen un día antes que las hembras, a continuación giran su genitalia 180° madurando así sexualmente.
Luego eclosionan la hembras, los machos las buscan por sus feromonas o por mediación de un huésped al cual éstas se sientan atraídas.
Presentan fototaxia positiva, por lo cual muchos investigadores utilizan trampas con luz (CDC, Shannon, etc.) para capturarlas y estudiarlas.