[1] Ejemplos de pseudocereales son el amaranto (kiwicha, huautli, Amaranthus hypochondriacus), la quinoa y el alforfón o trigo sarraceno.
[3] Constituyen una saludable alternativa a los ingredientes más comúnmente utilizados en los panes y productos específicos para celíacos comercializados,[3][1][4] para las personas que sufren trastornos relacionados con el gluten y necesitan hacer una dieta estricta sin gluten, tales como la enfermedad celíaca (enfermedad autoinmune que puede afectar a cualquier órgano del cuerpo y manifestarse con múltiples síntomas diferentes, frecuentemente sin ningún síntoma digestivo), la sensibilidad al gluten no celíaca (posiblemente inmuno-mediada, con síntomas indistinguibles de los de la enfermedad celíaca) o la alergia al trigo, entre otros.
[5][6] Asimismo, el empleo de pseudocereales para la elaboración del pan y otros productos relacionados, resulta una buena alternativa para una parte de celíacos o sensibles al gluten que son intolerantes a la horceína del maíz.
[12][13] [14] Los pseudocereales poseen un elevado índice de valor nutricional y biológico, superior al de los cereales con gluten (que incluyen el trigo, la cebada, el centeno, la avena,[9][4] y todas sus variedades e híbridos[9][4][15][16][17]) tanto por su composición en aminoácidos, como por su biodisponibilidad o digestibilidad.
[3] Entre ellas, se pueden destacar las siguientes: Asimismo, el empleo de pseudocereales para la elaboración del pan y otros productos relacionados, resulta una buena alternativa para una parte de celíacos o sensibles al gluten que son intolerantes a la horceína del maíz.