Sin embargo, teniendo en cuenta que este término haría referencia a una prueba diagnóstica infalible —característica no atribuible a los gold standard actuales—, este ha caído en desuso.
La primera hace referencia a la capacidad que tiene un test para detectar con certeza un caso positivo y la segunda a la capacidad de este para detectar un negativo con seguridad.
Cuando un test tiene sensibilidad baja, esté arrojará un falso negativo con más frecuencia; mientras que si la especificidad es baja, a menudo se darán falsos positivos.
En ocasiones, una prueba determinada es incapaz de producir una sensibilidad y especificidad altas simultáneamente.
En ese caso, el gold standard estará compuesto de una combinación o clúster de varias pruebas que, individualmente, no puedan proporcionar altos porcentajes para ambas variables.