[1][2] Los disturbios comenzaron como una protesta tras el arresto y la detención del expresidente sudafricano Jacob Zuma, quien fue arrestado después de negarse a testificar en la Comisión Zondo, una investigación respaldada por el estado que investiga las acusaciones de corrupción durante su mandato como presidente de 2009 a 2018.
Durante el proceso judicial, Zuma ha estado ausente repetidamente del tribunal por razones médicas y falta de fondos.
Su arresto provocó violentas protestas de sus partidarios, quienes apodaron su campaña como "Liberen a Jacob Zuma y cierren KZN", en la provincia de KwaZulu-Natal.
Tras el arresto de Zuma, comenzaron las protestas generalizadas en todo el país, y sus partidarios pidieron su liberación.
En algunas partes de KwaZulu-Natal se reportaron informes generalizados de violencia pública, robos y daños intencionales a la propiedad, con al menos 28 personas arrestadas y una carretera bloqueada.
Esto, a su vez, avivó las tensiones raciales entre los ciudadanos sudafricanos negros e indios, y se informó que se produjeron varios ataques por motivos raciales.
Confirmó que 20 personas habían muerto en la ciudad durante los disturbios.
Como resultado de la decisión, se requiere que Zuma permanezca en prisión hasta que sea al menos elegible para la libertad condicional en tres meses.