Según el Talmud, hubo 48 profetas y 7 profetisas en el judaísmo.
[1][2] En la tradición judía se cree que el período de la profecía, llamado Nevuah, terminó con Hageo, Zacarías y Malaquías, momento en el que «la Shejiná partió de Israel».
Los 55 profetas están registrados porque hicieron profecías que tienen una relevancia eterna para las generaciones futuras y no solo para su propia generación, o su propio encuentro extático con Dios.
Las escrituras hebreas hacen referencia a grupos de tales profetas extasiados, por ejemplo, en relación con el rey Saúl:
El Talmud enseña que Dios envió siete profetas noájidas (no judíos) a diferentes naciones,[7] los cuales fueron: