Procreación consciente, procreación responsable o procreación limitada es un término demográfico, utilizado inicialmente por el neomalthusianismo de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, para referirse a la toma de conciencia social e individual en relación con el control de la procreación de los hijos, su cuidado y educación.
[2][3] La procreación consciente, alentada desde el neomalthusianismo, pretendía reducir la reproducción ilimitada y el consiguiente exceso de familias numerosas que condenaba a la miseria a las numerosos clases pobres que habían surgido con la revolución industrial.
[4][5][6] La existencia de familias pobres muy numerosas (pertenecientes a las clases bajas y al proletariodo) suponía, para los anrquistas y socialistas neomalthusianos, la perpetuación de la miseria.
Desde esas posiciones se alentaba la procreación responsable o consciente y desde posiciones más radicales se hacía un llamamiento a la huelga de vientres.
Fueron un conjunto de reivindicaciones que demandaban un importante cambio en los comportamientos sociales y la normativa legal.