En este proceso, el óxido de bario reacciona entre 500 y 600 °C con el oxígeno del aire para formar peróxido de bario, BaO2, compuesto poco estable que se descompone al aumentar la temperatura a más de 800 °C, liberando el oxígeno que previamente había sido fijado del aire.
Jean-Baptiste Boussingault intentó utilizar esta reacción para establecer un proceso para la producción de oxígeno en continuo, en 1852.
El proceso funcionó sólo durante unos pocos ciclos y luego se volvió ineficiente.
En 1884 abrieron una fábrica que producía oxígeno mediante su proceso mejorado.
La empresa primero se llamó Brin's Oxygen Company en honor a los dos hermanos.