Príncipe mexicano fue el título creado el 22 de junio de 1822 por el Congreso Constituyente mexicano, para otorgársele a los hijos legítimos que no fueran el heredero ni primogénito del emperador Agustín I de Iturbide.
Este título recayó en los hijos legítimos de Agustín de Iturbide y Ana María Huarte al momento del decreto.
Posteriormente se sumó Felipe de Iturbide y Huarte al nacer meses después.
[1] El Soberano Congreso Mexicano Constituyente decretó el 22 de junio de 1822[2][3] lo siguiente:
Los siguientes tuvieron el título concedido por el Congreso: