Presupuesto participativo

El Presupuesto participativo es un proceso de intervención directa, permanente, voluntaria y universal mediante el cual la ciudadanía, conjuntamente con las autoridades, delibera y decide la asignación de recursos públicos.

La primera vez que se llevaron a cabo unos Presupuestos Participativos (orçamento participativo) en el mundo fue en 1988 en la ciudad de Porto Alegre (Rio Grande do Sul, Brasil); una ciudad formada por millón y medio de habitantes, situada en una región metropolitana habitada por el triple de población.

Para poder seguir con el proyecto, se realizó a los dos años una reforma tributaria para sanear cuentas y recuperar la capacidad de inversión de la ciudad.

La división se hizo a partir de criterios geográficos, sociales y organizativos.

El proceso comienza con reuniones preparatorias para ponerse de acuerdo en qué temas tratar, se presentan los informes del año anterior, el avance de inversiones y los recursos para el año siguiente.

La experiencia continúa en vigor, aunque el cambio de gobierno municipal en 2004 propició modificaciones substanciales en el proceso y sus objetivos.

Fue la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, el primer municipio en adoptarlo, sancionando la ordenanza respectiva en 2002 y el primer presupuesto participativo correspondió al año 2003.

En 2017, esta herramienta participativa fue implementada por primera vez en la Escuela Secundaria de la UNGS.

El campo en el que se jugaba en el pueblo pertenecía a una empresa privada que en cualquier momento lo podía reclamar y decidieron buscar un nuevo lugar para construir uno propiedad de los vecinos.

Las propuestas del ayuntamiento se encontraban situadas al lado de una autopista y no eran de agrado para los vecinos, el NIP decidió emplazarlo en otra zona, que al hacer un estudio se vio que no era viable, así que se decantaron por la segunda propuesta.

El segundo caso se desarrolló en Astigarraga, situado en las afueras de San Sebastián.

El último ejemplo es la autovía que une la costa vasca con Vitoria, en el año 1993.

La construcción afectaba a 21 municipios y los NIPs duraron 3 meses; en este caso participaron grupos ecologistas, organizaciones políticas o cámaras de comercio, además de los vecinos afectados.

En Perú, hubo experiencias pioneras desde los años 80, cuando se retoma la democracia municipal en el Gobierno democrático de Fernando Belaúnde Terry.

Desde el 2003 el desarrollo del Presupuesto Participativo anual es obligatorio para Gobiernos Distritales, Provinciales y Regionales, (unas 1900 jurisdicciones a nivel de distrito) ya que se rige por una Ley de Presupuesto Participativo (Ley N° 28056) expresamente promulgada.

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