Praenomen

Durante la mayor parte de la historia romana, las mujeres no tuvieron praenomen: a las niñas se les daba su nomen, siempre coincidente con el de su familia (gens).

Únicamente se les podía añadir un cognomen que correspondía a un numeral para distinguir su posición en el nacimiento: Prima, Secunda, Tertia, ..., Minor.

Praenomen deriva del prefijo prae- ("antes de") y nomen ("nombre").

[1]​ Los tres más populares - Lucius, Caius y Marcus - constituían el 59 % del total.

Los nombres Primus, Secundus, Tertius, Quartus, Quintus, Sextus, Septimus, Octavus, Nonus, Decimus, respectivamente, "Primero", "Segundo", "Tercero", etc., eran inicialmente dados según el orden de nacimiento, si bien abundan los ejemplos en que tal orden no fue seguido.