Así mismo, conserva un rasgo semántico positivo desde el punto de vista moral, identificado con la solidaridad que debe mantenerse con todo ser humano.
[2] En los diez mandamientos de la Biblia hebrea (Antiguo Testamento en la Biblia cristiana), el prójimo aparece como la víctima de las ofensas que se prohíben: «No dirás falso testimonio contra tu prójimo.
Esa enseñanza dio origen al uso del término «prójimo» en la mayoría de los contextos.
Jesús de Nazaret refiere a su vez al Levítico 19, 18: «No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor.
Por ello termina la parábola indicando al doctor de la ley: "Pues vé y haz lo mismo".