El pozo de visita cumple dos funciones:[1] El ingreso está protegido por una tapa de registro, construida con hierro fundido, hormigón o plástico reforzado con vidrio.Si el pozo es muy profundo, se instala una escalera adosada a la pared.La sección vertical se denomina chimenea y suele estar construida con módulos prefabricados de hormigón armado, aunque también puede hacerse in situ.[1] En todos los casos las paredes tiene un espesor de entre 10 y 20 cm.Para retener los sólidos que circulan por la red de saneamiento se utiliza el pozo arenero, que está diseñado con una solera a mayor profundidad que los conductos.