[2][3] En la década de los años noventa del siglo XX, el Power walking dio sus primeros pasos como tal y fue incorporado como categoría oficial del Maratón de Berlín en 1999.
La marcha atlética actual tiene una Regla distinta y presenta diferencias técnicas con el Power walking.
Forzar la elevación de la punta del pie o apretar las manos.
[8][9] El Power walking es menos exigente biomecánicamente que otras actividades físicas como el running.
Durante el transcurso de la caminata, además, el ritmo de pulsaciones se mantiene en una zona moderada, lo que permite al organismo quemar grasas, mejorar la circulación sanguínea y la oxigenación general del cuerpo, así como disminuir la tensión arterial y el colesterol, mejorar el sistema cardíaco, prevenir la diabetes, etc.[10] Según un estudio reciente de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Associaton) en el que se compara el Power walking con el running, con un gasto de energía similar correr reduce el riesgo de hipertensión en un 4,2%, mientras que caminar lo hace en un 7,2%.
Finalmente, en cuanto a las enfermedades cardíacas, correr reduce el riesgo en un 4,5%, y caminar, en un 9,3%.