[1][2] El posporno surge a mediados de los años 80 en Estados Unidos, como posicionamiento político frente al movimiento antipornografía de grupos como Women Against Pornography y autoras como Andrea Dworkin, y vinculado por tanto al feminismo prosex.
[3][2] La recepción del posporno en España se inició a finales de los años noventa, bajo la influencia de los nuevos movimientos queer y, posteriormente, el transfeminismo.
[8]Diana J. Torres es autora de una obra orientada a la performance pública que ella ha denominado "pornoterrorista".
[9] En 2003 Preciado organizó en el MACBA el Maratón posporno, el primer congreso y exposición que se realizaron sobre el tema en España.
[8] En la década de los 2010 también se han desarrollado prácticas posporno en México y Colombia, con artistas como Nadia Granados, Felipe Osornio, Rocío Boliver y Mirna Roldán.