Sin embargo, en los archivos rusos no se encontraban más que tres nombres a los que se los acreditaba la construcción de dicha catedral, estos son, Juliano Aristo, Felipe Manzio y Marcelli.
Existe un misterio en lo que a su verdadero nombre respecta, se piensa que lo apodaron “Barma” (Барма) (“el tartamudo”), aunque puede ser que su nombre completo era, de hecho, Iván Yákovlevich Barma, y póstnik su apodo (póstnik quiere decir rápido, título adjudicado a algunos religiosos, entre ellos, el patriarca Ivan IV de Constantinopla); Barma pudo también ser el ayudante de Yákovlev.
De acuerdo con varios historiadores, Yákovlev además diseñó las Iglesias en Stáritsa, Múrom, Sviyazhsk (Tartaristán), y quizás Vladímir.
Sin embargo, otros consideran que estas fueron obras de otro arquitecto con un nombre similar.
Un cráter de 128 km en el planeta Mercurio es llamado Barma en honor a este arquitecto.