La villa ha experimentando un gran crecimiento y expansión en los últimos años, motivado principalmente por las segundas residencias y el turismo, pasando de ser una pequeña aldea marinera constituida principalmente por viviendas unifamiliares, a ser una villa con capacidad para albergar una población similar a la capital municipal.Sumado a esto hay que tener en cuenta que en temporada estival la población se multiplica varias veces llegando en ocasiones a los 2000 residentes, siendo el principal receptor de turistas del municipio.Esto provoca que durante la mayor parte del año un gran número de viviendas permanezcan vacías.Los piratas musulmanes se establecieron en la isla de la Creba y el monte Louro en 1115 para saquear la zona, hasta que fueron expulsados tras 6 meses cuando el arzobispo Diego Gelmírez ordenó construir una escuadra.La miseria perduró hasta que unos pocos frailes construyeron un pequeño cenobio al pie de un arroyo.Los frailes actuaron como médicos de la villa hasta que se levantó la cuarentena.En 1812 Goyanes y Portosín dejan pertenecer al señorío jurisdiccional de Noya y se incluyen en el municipio de Puerto del Son, hecho que queda ratificado en 1835 con la adopción definitiva del liberalismo en España.A principios del siglo XX, con la Primera Guerra Mundial, la sardina desapareció de las rías gallegas, sumiendo a los pueblos costeros en otro período de pobreza y hambre.Esta crisis perduraría por varios años, por lo que las flotas fueron varadas en las playas, donde las lluvias y el sol las carcomieron.Las fábricas se derrumbaron y los vecinos a duras penas pudieron superar este periodo con sus rentas o ahorros.