En este motu proprio, Benedicto XVI señala que su predecesor, Pablo VI.
Es por eso, que Benedicto XVI, por consejo de sus asesores, colocó simbólicamente el comienzo del año de la fe el día en que se inauguró el concilio en 1962.
El Papa quiso recordar los textos del Concilio e instó a los fieles a revisar las declaraciones del Concilio.
Además, el Papa se preocupó por recordar los textos fundamentales de la fe, señalando el párrafo 9: El Papa se refirió al inicio del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, que tuvo lugar del 7 al 28 de octubre de 2012,[1] y se invitó a todos los Obispos a la apertura del Año de la fe en el Vaticano.
Propuso una declaración pública de fe común a las diócesis, parroquias y organizaciones católicas.