La Comisión Pontificia de Arqueología Sacra (en latín Pontificium consilium archaeologiae sacrae) es una institución vinculada a la Santa Sede que tiene como tarea el estudio, la conservación, la protección y la valorización de las catacumbas cristianas de Italia.
[1] Nació de una idea del arqueólogo romano Giovanni Battista de Rossi, apasionado y estudioso de las catacumbas cristianas, aportó a la arqueología cristiana un nuevo método topográfico por el cual se consideran tanto las fuentes históricas como los monumentos.
Fue hecha «pontificia» bajo el pontificado del papa Pío XI en 1925[2] y con los Pactos lateranenses de 1929 obtuvo competencias también sobre las catacumbas presentes en el territorio del Estado italiano.
También durante la Segunda Guerra Mundial la actividad de la comisión, guiada por Antonio Ferrua continuó su trabajo.
Se realizaron intervenciones en estructuras arquitectónicas paleocristianas presentes en Italia.