La preparación consiste en aliño de ají amarillo, ají panca y especias donde se maceran piezas de pollo para luego ser fritas en abundante aceite.
Debido a su éxito como método alternativo de conseguir dinero de manera informal para un fin particular o grupal se popularizó en los años 1990.
Para amenizar las comidas se solía acompañar la venta con bebidas alcohólicas, preferentemente cerveza, música y baile, lo que se convertía en una «pollada bailable».
[8] A partir de este tipo de actividad han surgido otras donde se cambia el plato principal pero con las mismas características recaudatorias: la frejolada, la cuyada o la anticuchada.
[3][8] Así mismo, lo que en origen fue una actividad realizada en un local o en la calle (cuando se trataba de un fin vecinal)[5] ha evolucionado en una forma de delivery, incluso ha pasado del ámbito popular a ser organizado por clases socioeconómicas más pudientes.