Política lingüística de Francia

A la caída del Segundo Imperio, la Tercera República establece una enseñanza primaria obligatoria, laica y gratuita para todos los niños, con las leyes Ferry que permiten aumentar la alfabetización, democratizar la escuela e imponer al francés en todo el territorio.Esta voluntad de instaurar una única lengua en el conjunto del territorio, se refiere también al imperio colonial francés.Desde la segunda mitad del siglo XX, los gobiernos sucesivos adoptaron distintas políticas destinadas a impedir la desaparición de las lenguas regionales.A partir de los años setenta, varias escuelas en lenguas regionales abrieron, sin encontrar éxitos importantes.Desde finales del siglo XIII, esta koiné pasó a denominarse francés.Cuando el francés (o el romance hablado en Francia) apareció y se convirtió en una lengua completamente de tal forma que ya no podía ser considerada como latín, se encontró con la hegemonía de esta última como lengua del saber y de la Iglesia así como lengua del derecho.Sin embargo, la Iglesia Reformada de Francia, creada por los hugonotes, que celebró su primer sínodo nacional en París en 1558, usó como lengua litúrgica el francés, incluso en Occitania, donde para la gente el francés resultaba tan incomprensible como el latín.Solo un pequeño número de disposiciones legislativas que no conciernen al pueblo son tomadas.Su tarea es dar reglas a la lengua francesa, clarificarla, purificarla y hacerla razonable para que sea comprensible a todos.Debía proveer las referencias necesarias a la lengua francesa: un diccionario que recogiera las palabras de la lengua francesa (primera edición en 1694), una gramática (dos ensayos infructuosos tuvieron lugar hacia 1700 y 1932), después una poética y una retórica que nunca han visto la luz.En todo el primer escrito de la Academia sobre El Cid, asumido en gran parte por Chapelain, las interrogaciones sobre el derecho que se tiene o no de criticar a un autor contemporáneo están extremamente presentes, notablemente en el borrador.Cuando se publicó, la Academia quitaría muchas palabras y expresiones que mostraban el malestar del autor por su labor.Hay una intención de hacer hablar a los franceses como el rey y sus cortesanos.Estos desajustes no podían subsistir por mucho tiempo porque hacían imposible los intercambios y las negociaciones.Los burgueses suprimieron las aduanas y los peajes pero igualmente intentaron uniformar la lengua para la realización de este derecho.El nuevo sistema será objeto de una difusión escrita lo que excluye una parte importante del pueblo, iletrado.Una lingüística conscientes de estas implicaciones políticas no puede ser sino militante.Es a los lingüísticas preocupados, en sus respectivos países, en sus regiones los que deben asumir esta toma de responsabilidad, este combate por la defensa y el florecimiento de sus lenguas y sus culturas propias.
Francisco I de Francia, pintado por Jean Clouet en 1524.
Una de las páginas de la Ordenanza de Villers-Cotterêts .
Luis XIV
Rey de Francia y Navarra
por Hyacinthe Rigaud (1701) .
Henri Grégoire.
Bertrand Barère de Vieuzac.