La vergonha era y es practicada con la intención de anteponer el francés a la lengua minoritaria.
Para la Enciclopedia francesa, editada en 1778, se definía el patois como el lenguaje propio de toda Francia salvo París, y que estaba en la capital el único lugar donde se hablaba la lengua francesa[cita requerida].
La palabra podría significar habla o dialecto, en el sentido que no tiene la categoría de lengua.
Para borrar todo rastro de identidades distintas a la francesa, la lengua occitana no solo se debía desalentar, sino que se suprimía activamente, empezando por la escuela y pasando por todo lo que podía tocar la administración[cita requerida].
En 1972, el presidente francés Georges Pompidou declaró que "no hay lugar para lenguas regionales en Francia".