Ese mismo año se hizo famoso en Gran Bretaña el caso Ruxton, en el que un podólogo realizó la identificación de dos personas profundamente mutiladas.
[5] En el Reino Unido las prácticas forenses están reguladas por el Council for the Registration of Forensic Practitioners.
[2] En Estados Unidos se ha formado recientemente la American Society of Forensic Podiatry, que promueve entre sus miembros la formación continua, las publicaciones académicas y la investigación sobre el campo.
Las técnicas más valiosas son aquellas que se relacionan con la comparación de las impresiones plantares en el interior del calzado.
[7] Los protocolos seguidos en la obtención de pruebas son universales y comunes a otras especialidades.