Podología equina (de podos = pie) es la rama de la hipología que estudia el pie en sus aspectos anatómicos fisiológicos, biomecánicos y patológicos (M.V.
Posteriormente, del cuidado de los cascos pasó a encargarse el herrador, quien solo utilizaba sus habilidades de forja para la fabricación y colocación de herraduras en el pie del caballo u otros équidos, como burros y mulas.
En la actualidad, el herrador, en muchas situaciones, dejó de ser solo herrador ya que, además, durante su trabajo diario, también recorta cascos sin colocar herraduras, o bien, coloca calzados de variados materiales modernos.
La podología equina, en diferentes partes del planeta, se ha bifurcado de forma bien definida, habiéndose generado tres ramas importantes: A su vez, cada una de ellas ya cuenta con sus ramas secundarias, donde cada técnico ha generado su propia especialización complementaria, como terapeuta u ortopeda especialista en algo; atendiéndose así un importante abanico de patologías y anomalías del pie del caballo (Daniel Anz[1]) La podología equina también ha derivado una rama hacia una disciplina deportiva que consiste en forjar diferentes tipos de herraduras, recortar cascos de caballos y herrarlos en un determinado tiempo medido por reloj, para luego ser juzgada por un grupo de jueces especialistas en el oficio.
Si bien se realizan competencias a nivel nacional en diferentes países, el campeonato mundial de herradores se lleva a cabo, anualmente, en Calgary, Canadá.