Plutarco Marsá Vancells

Su madre fue la catalana de Tarrasa Josefa Vancells Carreras y su padre Antonio Marsá (1877-1965), un jurista laico que no quiso bautizar a sus hijos (Graco, Oritia, Marco, Plutarco, Marina, Héctor (muerto recién nacido) y Licinio) y se formó en la Institución Libre de Enseñanza.

Antonio Marsá fue además Fiscal general en la II República entre 1933 y 1934 y posteriormente Consejero permanente del Estado republicano (1934) hasta la Guerra Civil.

[2]​ Después fue confinado a vivir en Pamplona tres años con frailes franciscanos y volvió "al buen camino" del catolicismo; no obstante, su hijo Graco fue condenado a 20 años de cárcel por socialista y masón y, enfermo de tuberculosis, falleció en la cárcel el 1946.

Se interesó además por el pensamiento de la jurista decimonónica Concepción Arenal publicando Concepción Arenal y la Institución Libre de Enseñanza (1992) y Actualidad permanente del pensamiento de Concepción Areal (1983) entre otras obras.

Hombre erudido y muy trabajador, vivió entregado a la investigación, especialmente en el campo de las Universidades Laborales, y a la promoción de la mujer.