Plomos del Pico de Los Ajos

Las tres planchas se encontraban plegadas sobre sí mismas formando una única pieza.

Otras tres piezas plúmbeas, de menor entidad, han sido localizadas en el mismo yacimiento y, si bien no pertenecen a esta colección, se han nombrado siguiendo el mismo modelo como «Pico de los Ajos IV, V y VI».

Es un poblado fortificado perteneciente a la cultura ibera al que únicamente se puede acceder por sus vertientes oriental y occidental.

El perímetro del poblado estuvo constituido por una muralla con torres de planta cuadrada adosadas a ella y un foso allí donde fue posible construirlo que se conservan en parte.

Dentro del poblado se localizan dos terrazas naturales donde aparecen estructuras murales en superficie y una cisterna excavada en la roca.

Tras el expolio dos aficionados a la arqueología, Agustín Sierra Palmer y Enrique Morón, acudieron al lugar para conocer la envergadura de los daños que habían sufrido los restos.

Tras examinarla pudieron comprobar que esta pieza única estaba formada por tres pequeñas planchas de plomo enrolladas todas juntas mediante dos dobleces realizadas sobre el eje de su lado más corto.

[2]​ La pieza denominada por Fletcher «Pico de los Ajos I» es aquella que se encontraba en la zona externa del bloque plúmbeo original.

El texto B está formado por una única línea escrita de derecha a izquierda en la zona superior del plomo.

Se encuentra incompleto por la pérdida del soporte en su zona media de modo que tan solo conserva 17 signos.

Aun así han podido identificase en él hasta 199 signos que probablemente se correspondan con varios textos.

Se denomina texto D al presente en esta cara, a sabiendas de que se trata de varios textos superpuestos, y contiene hasta 328 signos, no todos ellos completos.

Presenta un orificio en su parte inferior que pudiera haber sido realizado cuando estaba en uso para fijarlo a algún soporte.

El grupo superior, de seis líneas, tiene las tres primeras tachadas por trazos horizontales.

Varias de las palabras presentes son bien conocidas por su presencia en otras piezas halladas en diferentes yacimientos del ámbito ibero (AṘE, BAIT, BALCE/BALCA, ILDUN, LAUR, TECEṘ/TICEṘ, etc.) mientras que otras parecen características de estos plomos (ACALI, BALE, CALIR, CELTIBELEṠ, etc.) destacando la voz BALE que aparece en los tres plomos un total de seis veces.

[14]​ A pesar de que Domingo Fletcher en 1980 no pudo interpretar los textos, varios han sido los intentos realizados por otros investigadores para descifrar su contenido.