Durante el período comprendido entre 1814 y 1830 la plazuela sufrió cambios del ámbito ornamental.
[4] La pavimentación de la calle Ibieta, no se realizó hasta el año 1940, y fue gestada por 3 exalumnos del Instituto O'Higgins.
En esta remodelación se instalaron los adoquines, las palmeras y los faroles que hoy encontramos.
Pero el elemento más descatable de aquella “restauración” de la plazoleta es, sin duda, la característica fuente que hoy identifica no sólo a la plazuela sino también al Instituto.
[4] Paralelamente a esos cambios físicos que se le realizaban a la plazuela, el Ministerio de Educación de Chile reconoció el valor histórico y cultural que representaba esta plaza.