Es la plaza medieval más típica del centro histórico y de Galicia.
[2] La plaza de la Leña era conocida desde la Baja Edad Media como Eirado o Eiradiño en el siglo XV.
El crucero, que estaba roto en varios trozos, fue restaurado temporalmente por Castelao para su obra As cruces de pedra na Galiza.
El crucero se compone de una plataforma escalonada de tres niveles, un basamento cúbico con aristas suavemente chaflanadas, y un soporte vertical formado por un fuste cilíndrico sin basa, rematado con un capitel de forma cúbica y adornado con detalles verticales.
En la parte superior, se encuentra una cruz, en cuyo lado principal figura Cristo crucificado, mientras que en el reverso aparece la Virgen de pie, con el Niño Jesús en brazos.
En el lado sureste, el pazo barroco Castro Monteagudo, de 1760, destaca por su balcón sostenido por grandes modillones, y el pazo García Flórez, en el lado noreste, sobresale por su enorme escudo de piedra con un gran yelmo y por las estatuas de piedra en las esquinas del tejado que representan la esperanza y la fortaleza.
El restaurante La Flor estuvo ubicado en este pazo durante los primeros años del siglo XX.