La plaza de Pilatos está situada en el casco histórico de Sevilla, frente a la fachada principal de la denominada Casa Pilatos y en ella desembocan las calles Águilas, San Esteban y Caballerizas.
[1] El nombre de la plaza y del palacio tiene su origen en un vía crucis promovido por Fadrique Enríquez de Ribera, que comenzó a celebrarse en 1520 en este lugar, tras su peregrinación a Jerusalén, que se iniciaba en esta plaza y llegaba hasta el templete de la Cruz del Campo, haciendo coincidir el inicio con el palacio de Poncio Pilato y de ahí el palacio pasó a denominarse de Pilatos y de la misma forma la plaza[2] La historia de la plaza data de finales del siglo XV, cuando Pedro Enríquez de Quiñones, adelantado mayor de Andalucía, compró diversas inmuebles que derribó para formar frente a su recién construido palacio un espacio amplio y despejado, que se rodeó con varias casas-tiendas con soportales y se colocó una fuente en su centro.
[3] La plaza se encuentra separada en dos espacios por una calzada que une las calles San Esteban y Águilas.
El primero, más pequeño y situado a las puertas del palacio, está ajardinado con naranjos.
El segundo espacio, de mayores dimensiones, constituye la plaza propiamente dicha y se encuentra al otro lado de la calzada.