Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas.
Debido a ello, el género Platygyra ha estado enmarcado hasta hace muy poco tiempo en la familia Faviidae, siendo reclasificado por el Registro Mundial de Especies Marinas, sobre la base de recientes estudios,[1][2] que lo asignan a la familia Merulinidae.
Habitan en diversas partes del arrecife, aunque son más comunes en las laderas de arrecifes, localizados en los mares tropicales, en zonas poco profundas, entre 3 y 40 m., bien iluminadas y cercanas a las costas.
Los pólipos contienen algas simbióticas; mutualistas (ambos organismos se benefician de la relación) llamadas zooxantelas.
El pólipo genera un esqueleto cálcico, llamado coralito, y posteriormente, se multiplica asexualmente mediante gemación, lo que conforma la colonia coralina.
Debemos añadir microplancton u otros preparados para animales filtradores, adaptados a sus pequeños pólipos.