[1] La plasticidad es el resultado de numerosos mecanismos fisiológicos, incluyendo transcripción, traducción, regulación enzimática y hormonal, que producen respuestas locales o sistémicas.
Un carácter plástico presenta una norma de reacción variable en respuesta al ambiente, mientras que un carácter no-plástico presenta un valor ambientalmente invariable (una norma de reacción constante u horizontal en una gráfica del cambio fenotípico vs.
[8] Comúnmente la plasticidad fenotípica es considerada lo opuesto a canalización; el término canalización Conrad Hal Waddington es usado para describir un proceso de cambio que va dirigido hacia la reducción de la sensibilidad del fenotipo tanto a variables ambientales como alélicas.
[2][7] La plasticidad fenotípica adaptativa probablemente juega un papel muy importante en la habilidad de una especie para tolerar y posteriormente adaptarse a un cambio brusco en las condiciones del ambiente, y puede ser definida simplemente como la norma de reacción que resulta en la producción de un fenotipo que se encuentra en la misma dirección que el valor óptimo favorecido por la selección en el nuevo ambiente.
[16] En un segundo experimento, Waddington expuso huevos de la mosca a éter para inducir un nuevo fenotipo anormal “bitórax” en el adulto.
En particular, cuando la selección direccional o disruptiva favorece un nuevo fenotipo, las vías genéticas del desarrollo que subyacen la plasticidad proveen inmediatamente una respuesta amplia de la población al ambiente y una variación genética sobre la cual puede actuar la selección, promoviendo la evolución de diversos fenotipos.
Una vez inducidos, los fenotipos promovidos por el ambiente pueden ser refinados por la selección a través de diferentes procesos evolutivos.
Generalmente, los organismos no pueden producir consistentemente lo óptimo por las restricciones asociadas a ser plásticos.
Estas ranas ven alterado su fenotipo con la presión que pueden llegar a producir los depredadores en sus actividades; cuando buscan alimento inducen el estado de alerta en que se puedan encontrar los individuos, inducción de colas grandes o pequeñas en el cuerpo del renacuajo para agilidad frente a su depredador.
Sin embargo estas inducciones fenotípicas para supervivencia traen consigo un gasto energético que es balanceado con un crecimiento más lento y extremidades o plan corporal reducido.
La plasticidad fenotípica ha sido ampliamente estudiada en plantas, las cuales pueden presentar efectos muy drásticos en su crecimiento y desarrollo inducidos por el ambiente.
En todos estos casos se encontró que, cambios ambientales inducidos, modifican estructuras macro y micro evolutivas.
Sin embargo, también se ha comprobado que el impacto del oleaje puede llegar a afectar notoriamente el aspecto de los corales, ya que, al necesitar resistir más fuerzas por el oleaje, el coral tiende a volverse más compacto.
De esta manera los endosimbiontes feminizantes hacen que los individuos genéticamente machos se transformen en hembras.
Sin embargo al nombrar estos mecanismos, hay que recordar que "indirectamente", al analizar el origen de cada proceso en sí mismo, aun estarían involucrados genes; como por ejemplo los genes de la enzima ADN-metiltransferasa, histonas, etc.