Usualmente están fabricadas en metal, plástico o madera, y están compuestas por varios perfiles diferentes (habitualmente forman un juego de tres plantillas).
La plantilla se coloca sobre la superficie de trabajo (papel, cartón, madera...) y con cualquier útil de dibujo (o con una cuchilla) se recorre su contorno para reproducir el perfil deseado.
Deben su nombre al geómetra alemán Ludwig Burmester (1840-1927).
En la actualidad los programas informáticos han sustituido en gran parte estas plantillas mediante las curvas de Bézier.
El juego típico está compuesto por tres curvas, que se pueden distinguir fácilmente por sus diferentes tamaños.