Plaçage
ej., en la Luisiana colonial y otros territorios), en la que varones franceses o españoles, y más tarde también criollos, entablaron uniones civiles de hecho (equivalentes a un matrimonio formal) con no europeas de ascendencia africana, amerindia o mestiza.La mujer no recibía reconocimiento legal como esposa, y se la denominaba «placée».Estas relaciones se institucionalizaban con contratos o negociaciones que otorgaban propiedades a la mujer y sus hijos y, en algunos casos, les daban la libertad si eran esclavas.Se practicó ampliamente en Nueva Orleans, donde la sociedad agrícola había creado suficiente riqueza para sostener el sistema.No estuvo limitado a Luisiana, sino que también se practicó en las ciudades de Natchez y Biloxi (Misisipi), Mobile (Alabama), San Agustín y Pensacola (Florida);[1] así como en Saint-Domingue (el Haití moderno).